Iai (居合) es un término harto complicado que ha sido objeto de multitud de traducciones-acepciones: «Unión con uno mismo», «Armonizar el espíritu», «Entrar en sintonía/armonía con uno mismo»… Pero más allá de las composiciones filosóficas o poéticas, conocemos el iai como el arte de desenvainar el sable japonés.
Pese a que el iaidō/iaijutsu es una disciplina poco conocida por el público general, para los lectores interesados en Japón, y en concreto en las artes marciales, se trata de un «viejo conocido». Ante lo cual se puede plantear la siguiente pregunta: ¿qué se puede escribir sobre esta disciplina, que no esté escrito ya? El problema que subyace a la pregunta es que los aluviones de escritos presentes en publicaciones físicas o virtuales, muchos de ellos tras ofrecer una breve introducción histórica, acaban por redundar sobre misticismos existentes (aunque no omnipresentes) en la cultura japonesa.
Y es que, pese a estar en el siglo XXI, tener al alcance vuelos directos a Japón por menos de 600€, y estar globalmente conectados por Internet, seguimos aplicando al Extremo Oriente tópicos propios de la época de Marco Polo. Esto se hace todavía más fuerte cuando tratamos disciplinas como el iai, donde no existe un combate real, y la práctica se basa en la repetición de unas formas preestablecidas. Es entonces en este «vacío de realidad» cuando ciertos maestros, tanto occidentales como orientales, llenan las lagunas de un conocimiento marcial y moral con ciertos retazos de la cultura mística japonesa. De este modo, encontramos que el iai se configura y define por términos como: «cortar el propio ego» o «vencer al enemigo en la sombra» (traducción libre de kaso no teki), entre otras acepciones. Todo esto se debe, en parte, a la forma principal de practicar el iai: los kata (formas) en solitario. Esto ha llevado a que algunos lancen afirmaciones tales como que esta forma de practicar se debió a la «pacificación» de las artes como consecuencia del cese de las batallas campales y el inicio del Periodo Edo. La realidad es que la práctica en solitario siempre ha existido (eso sí, como complemento de la práctica en pareja).
Origen y evolución y difusión del iai
En este primer bloque nos aproximaremos de manera explicativa a estos tres temas, proyectando en ellos todas las cuestiones inherentes al arte marcial del desenvaine del sable japonés.
Origen
El arte de desenvainar el sable y cortar es tan viejo como pueden serlo las propias espadas japonesas. Ya en el siglo IV vemos esculturas de terracota que decoraban las tumbas/túmulo (haniwa) representando a guerreros (bushi) que echan mano de una espada envainada. Del mismo modo, sabemos que algunas sōgō bujutsu (así se denomina a aquellas escuelas que en su currículum aglutinan varias armas y diferentes disciplinas, e incluso escuelas asociadas) contaban en su currículum con formas de desenvaine denominadas iai/battō. Por ejemplo, la escuela más antigua de esgrima que ha llegado hasta nuestros días: Tenshin Shōden Katori Shintō ryū, cuenta con varias de estas técnicas. Sin embargo, el origen y proyección del iai desde finales del siglo XVI y en el siguiente siglo XVII se desvincula en cierta manera de estas artes de campo de batalla para centrarse en otro tipo de especialización: El iai surgió con la necesidad de dar respuesta a ataques o situaciones inesperadas. Pese que algunos de los escenarios se daban vistiendo armadura, la mayoría no estaban ideados para este fin. Encontrarse bloqueado por un obstáculo, ser atacado en una emboscada por varios enemigos, intentar ser desarmado, zafarse de un arresto, atacar o defenderse de noche… Estos son algunos ejemplos de situaciones poco comunes en las que suelen estar fundamentadas las escuelas especializadas en iai.
Evolución/difusión
Como hemos comentado antes, el iai se basa principalmente en situaciones sorpresivas que surgen en diferentes casos, precisando de ataques y defensas rápidas que parten desde la vaina. Sin embargo, uno de los principales motivos por los que creció su popularidad, fomentando la creación de nuevas escuelas, fue un asunto legislativo y penal. Con el inicio del Periodo Edo (1603-1868), los samurái vieron reducidos muchos derechos que habían ido acumulando de épocas pasadas. Algunos de ellos eran crueles prácticas propias de un tiempo de guerra, y ya no tan válidas para la época de paz que se avecinaba. Por ejemplo tenemos el inu-mono o prácticas de tiro con arco sobre perros callejeros, o el gomen kiritsuke, una acción mediante la cual un samurái podía matar sin mediar más palabra que «gomen» (perdón), bajo cualquier excusa, tan peregrinas como «probar el filo del sable» o «sentirse ofendido».
Dentro de estas costumbres a erradicar se encontraban los duelos a muerte o shinken shobu. Estos duelos surgían por deudas de honor, disputas entre dos escuelas de esgrima, torneos clandestinos e incluso como parte de un viaje de adiestramiento (musha shugyō). Sin embargo, los legisladores japoneses se encontraron muy pronto con un problema: Determinar quién es el instigador del duelo y por tanto quien va a recibir la mayor sanción. La solución que se dio fue la siguiente: «aquel que desenvaine primero, será el culpable». De manera inminente a la puesta en marcha de esta iniciativa legal, las escuelas de iai existentes empezaron a recibir alumnos, se fundaban nuevos estilos, e incluso escuelas cuya especialidad era otra, la dejaba de lado por fortalecer el currículum de iai.
En este contexto, y haciendo gala de una gran picaresca, algunos samurái diestros en iai provocaban verbalmente a sus oponentes incitándoles a desenvainar su sable, respondiendo con una técnica iaique dejara fuera de combate al adversario al tiempo que se cumple la legislación. Bajo esta misma premisa, el arte de envainar (nōtō) de manera rápida también ocupó una parte importante dentro del adiestramiento del iai, puesto que cuanto antes regresara la hoja a la vaina, menos seria perceptible que esa persona había desenvainado y que, por tanto fuera causante del duelo. De hecho, hace varios años, en una entrevista que concedió Sekiguchi Komei (21 representante del linaje de la escuela antigua Musō Jikiden Eishin ryū iaijutsu Yamauchi-ha Komei Jyūku) dijo: «iai es el arte de envainar rápido», contraviniendo las concepciones comunes de dar prioridad al desenvaine.
¿Términos enfrentados? Principales diferencias entre algunos conceptos clave
En este segundo bloque, hablaremos de términos y conceptos clave, en ocasiones mal entendidos como iaidō, iaijutsu, kenjutsu, battō o nukiuchi.
Iaijutsu contra kenjutsu
Esta es, quizá, la diferencia de términos/disciplinas/técnicas más sencilla de exponer. Kenjutsu se refiere a las técnicas de esgrima japonesa. En realidad, en el kenjutsu caben disciplinas de desenvaine como el battō, desarmes, etc. Sin embargo, también es cierto que se suele considerar como kenjutsuaquellas formas de esgrima en las que se inicia y finaliza el combate o acción con el sable desenvainado.
Las diferentes escuelas de kenjutsu enseñan las técnicas básicas de manejo del sable japonés. Es por esto que eran disciplinas muy populares, tanto en épocas de batallas campales, como en periodos pacíficos donde los duelos estaban a la orden del día. Esto también produjo que casi cada familia y cada feudo tuviera su propia escuela de kenjutsu. Pese a que se trata de una disciplina tan antigua como la propia arma, las primeras noticias sobre tradiciones de kenjutsu nos llegan del siglo XIV mediante nombres como: Nen ryū, Kage ryū, Chōjū ryū o Shintō ryū. Ninguna de estas escuelas ha sobrevivido como tal, sin embargo, de ellas se derivaron otras como: Maniwa Nen ryū, Shinkage ryū/ Kage ryūchōken, Ittō ryūo Kashima Shintō ryū, siendo la mas antigua de las que han llegado del siglo XV: Tenshin Shōden Katori Shintō ryū.
Otra diferencia con respecto al iai es la forma de entreno. Mientras que el iai suele basar su práctica en formas en solitario, en ocasiones compaginadas con formas en pareja, el kenjutsu es siempre una práctica en parejas. Esto también condiciona el material de práctica. Mientras que en el iai suele usarse katana de metal, en kenjutsu es más común encontrar bokken (sable de madera). Esto ha llevado a que algunas escuelas de kenjutsu olvidaran todo principio de battō, al haber dejado de lado durante muchos años la práctica con sable real. Hoy en día esto ocurre menos gracias a las saya(vaina) de plástico.
De igual forma, algunas escuelas de iai han priorizado tanto sobre el trabajo en solitario y con sable de metal, que han perdido nociones de contacto, barrido, desarmes y demás técnicas que se practican más cómodamente con sable de madera. Por último, una equiparación a la esgrima occidental: mientras el kenjutsu sería el equivalente a dos esgrimistas que desenvainan sus floretes, se saludan y unen las puntas a la que dicen «¡en guardia!», en el iai el combate y «la guardia» empieza desde dentro de la vaina.
Iai contra battō
En realidad, en muchas ocasiones se pueden considerar como sinónimos, ya que básicamente, ambos hacen relación a la acción de sacar el sable de la vaina. Es por eso que no debemos extrañarnos si alguna tradición en concreto utiliza ambos términos indiferentemente. Sin embargo, si existen ciertas diferencias históricas y metodológicas entre ambos términos/disciplinas. Mientras que en iai, la acción empieza desenvainando y finaliza envainando, en battō lo único que está definido es la acción de desenvainar. Obviamente, una vez finalizado el combate/batalla/duelo, el sable volverá a recogerse en su vaina, pero esto (en el battō) aunque esto no se contempla como parte de la acción o técnica.
Otra diferencia es que, mientras el iai se configuró a lo largo del Periodo Edo como una disciplina (como el kenjutsu, jujutsu, bōjutsu…) fundándose escuelas basadas en esta especialidad, el battō (salvo excepciones) siempre fue considerado como una técnica aislada o complementaria a otras armas o disciplinas. Es por esto que resulta más habitual encontrar la palabra iai asociada a escuelas especializadas en ello, y la palabra battō como parte de un currículum más amplio. En términos marciales diríamos que es más fácil encontrar la palabra battō en contextos de sōgō bujutsu. Este tipo de escuelas eran las más comunes antes del Periodo Edo, sin embargo, a partir del siglo XVII comenzaron a surgir otras escuelas centradas sólo en un arma/disciplina.
Volviendo al concepto de finalizar la acción de combate mediante un envaine, también encontraremos que la palabra battō queda más asociada a escuelas antiguas que utilizaban tachi, ōdachi, chokutō… sables que debido a su gran tamaño o a su pronunciada o inexistente curvatura, hacen que sean complejas de desenvainar y envainar en una única acción.
Un último punto que influye en este aspecto terminológico es el tipo de combate. En varios estilos de esgrima (kenjutsu) no era extraño encontrar que el samurái, una vez desenvaina el sable, se deshace de la saya (vaina) para que no le estorbe, llegando incluso a lanzarla lejos para no tropezar con ella. En este contexto, de poder encontrar alguna de las dos terminologías, sería desde luego battō y no iai la que veríamos aparecer.
Iai contra nukiuchi y battō
Lo más importante que hay que entender en este punto es que nukiuchi (sacar y golpear), no es una disciplina, sino una técnica dentro del iai. Iai implica la acción de desenvainar y envainar, en muchas de las ocasiones en que se desenvaina (nuki) la intención es la de cortar/golpear (uchi) para acabar con el enemigo, por lo que esta técnica podría englobarse dentro de la clasificación de nukiuchi. Sin embargo, otras veces el desenvaine sigue un desarrollo de una esquiva, una parada e incluso de una toma de distancia y guardia de combate. El caso del battō es más complejo, porque como se ha dicho antes, la mayoría de los primeros cortes suponen una acción de corte, haciendo que nukiuchi y battō sean totalmente sinónimos. Sin embargo, no hay que olvidar la cuestión léxica y práctica de los tres términos: iai es principalmente una disciplina, battō una especialización y nukiuchi una técnica, siendo esta última una opción de combate muy utilizada tanto en escuelas de iai como en prácticas de battō. En el siguiente video veremos una clara demostración de nukiuchi mediante la técnica de iaijutsudenominada Itomagoi (despedida), de la serie superior Oku Iai de la escuela antigua Muso Jikiden Eishin ryu iaijutsu (Yamauchi-ha Komei Jyuku).
Iaijutsu contra iaidō
Una vez más, nos encontramos con dos términos que, si bien para algunos maestros y disciplinas, pueden ser considerados sinónimos, para otros son antagónicos. Generalmente, la terminación jutsu, suele hacer referencia a la técnica en sí, de manera que aquellas disciplinas cuya especialidad termina por jutsu son las que priorizan la parte práctica de la escuela sobre todo lo demás. Muchas de las escuelas catalogadas como antiguas (koryū), utilizan la terminación jutsu en sus disciplinas.
En cuanto a la terminación dō, por su significado de «camino» o «vía», es utilizado por varias artes marciales en las que la vertiente filosófica/moral/estética tiene mayor peso sobre la parte técnica y pragmática de la escuela. Es por esto que la mayoría de las escuelas «modernas» (gendai) de artes marciales, utilizan dō en sus nombres.
Pese a todo, más allá de las nociones principales, cada individuo entrena con un propósito, y por ello no es extraño que en una misma escuela, en dos ramas diferentes, cada una opte por una terminología que se ajusta más con las ideas del líder de esa escuela, en ese momento de la historia.
De todas formas, sobre esto y las principales diferencias entre koryū – gendai y otros ryūha, hablaremos en el siguiente artículo de esta serie sobre el iai y las escuelas marciales tradicionales japonesas.
Fuentes:
http://cooljapan.es/iai-arte-desenvainar-sable-japones-i/
- Texto creado por Marcos Sala [CoolJapan.es]
- Imágenes tomadas por: Marcos Sala [CoolJapan.es] y CC